Lo que es seguro es que es visualmente elegante (resolviendo muy bien la continuidad estética de su predecesora), técnicamente brillante y arriesgada (el juego con los hologramas es una maravilla) y propone lecturas distintas que enriquecen el debate posterior (y que te permiten seguir pensando en ella).
Eso sí, larga, demasiado, el metraje es lo peor que tiene la película, la banda sonora no está a la altura y hay demasiados planos explicativos intentando captar a un público que ya tenían perdido desde el principio.
Nota: 9
Vista: 6/10/2017
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